
Te contamos cómo el teletrabajo ha abierto nuevas oportunidades para inversores inmobiliarios que buscan rentabilidad, sostenibilidad y proyección internacional
La pandemia de COVID-19 redefinió para siempre la manera en la que trabajamos, vivimos y nos desplazamos. De forma acelerada, lo que antes era una excepción —trabajar desde casa— , pasó a ser la norma. Y con ello, el sector inmobiliario vivió una de las transformaciones más profundas de su historia reciente. Hoy, en pleno 2025, el teletrabajo no solo ha consolidado su posición como modelo laboral, sino que ha dado lugar a un nuevo paradigma de activo inmobiliario: el Flex Living.
Este modelo habitacional, que combina estancias flexibles, servicios integrados, ubicaciones estratégicas y diseño adaptado al estilo de vida de la sociedad actual, ha encontrado en España un terreno fértil para su desarrollo. Las ciudades se reinventan, los inversores diversifican y los nómadas digitales eligen entornos que les ofrezcan conectividad, comunidad y calidad de vida. A lo largo de este artículo analizaremos por qué el auge del teletrabajo ha sido clave en este cambio estructural y qué oportunidades ofrece para el inversor inmobiliario.
El auge del teletrabajo transforma el mercado inmobiliario
La pandemia actuó como catalizador de cambio en el modelo laboral a nivel global. La necesidad de mantener la actividad económica sin exposición física directa impulsó la adopción masiva del teletrabajo, y con ello, se consolidó un nuevo enfoque centrado en la flexibilidad, la movilidad y el bienestar de los profesionales.
Esta evolución ha tenido un impacto directo en el sector inmobiliario, que ha visto emerger nuevas oportunidades habitacionales. Ahora, vivir y trabajar desde cualquier lugar ya no es una utopía, sino una realidad accesible gracias a soluciones como el Flex Living.
El crecimiento del teletrabajo desde 2020
En 2019, apenas el 4,8% de los trabajadores en España realizaban su actividad laboral desde casa de forma habitual. Sin embargo, según el informe ‘La Sociedad Digital en España 2020-2021: El año en que todo cambió’, esta cifra se disparó al 37% en 2020. Aunque la pandemia ha quedado atrás, el teletrabajo no ha disminuido: según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y a Eurostat, en 2024 el 15,4% de los empleados españoles sigue teletrabajando de forma regular. Aunque son 1,3 puntos porcentuales más que en 2023, aún está por debajo de la media europea (22,6%).
Este nuevo estilo de vida ha repercutido directamente en la demanda habitacional. Ya no se trata solo de encontrar un lugar donde dormir, sino de encontrar un espacio híbrido que funcione como hogar, oficina y punto de conexión con otros profesionales.
El impacto del teletrabajo en la calidad de vida
Este cambio ha impactado significativamente el día a día de millones de trabajadores. Al eliminar los desplazamientos diarios, muchas personas han recuperado tiempo valioso que ahora pueden dedicar a actividades personales, familiares o de bienestar. La reducción de los desplazamientos diarios ha supuesto que el 64,2 % de los trabajadores haya ahorrado al menos 4 horas a la semana en un entorno híbrido y para el 25,8 % 8 o más horas, según una encuesta del Cisco Global Hybrid Work Study. Esta mejora en la gestión del tiempo ha contribuido a una mayor satisfacción laboral y a una reducción del estrés asociado al ritmo de vida urbano.
Asimismo, se ha observado un desplazamiento poblacional desde grandes ciudades hacia municipios intermedios o zonas rurales bien conectadas, incentivando la descentralización residencial. Según Idealista, durante el confinamiento de 2020, el porcentaje de búsquedas de vivienda en municipios con menos de 5.000 habitantes aumentó del 10,1 % al 13,2 %. Este fenómeno ha generado un nuevo mapa residencial en el que las personas priorizan la calidad de vida sobre la cercanía a su lugar de trabajo.
También se ha observado un cambio significativo en los hábitos de consumo y autocuidado. El trabajo desde casa ha permitido a muchas personas mejorar su alimentación al tener acceso a cocina propia durante la jornada laboral, además de facilitar el descanso y la práctica de ejercicio físico. Por otro lado, desde el punto de vista de la salud mental, ha favorecido una mayor autonomía, reducción de tensiones interpersonales en entornos laborales y un incremento en la percepción de control sobre el entorno.
En paralelo, el teletrabajo ha favorecido una mejora notable en la conciliación familiar. Al poder gestionar los tiempos de trabajo y descanso de forma más flexible, muchas personas han logrado pasar más tiempo con sus hijos, atender mejor a familiares dependientes o involucrarse activamente en tareas domésticas. Esta proximidad ha fortalecido vínculos familiares y ha contribuido a una mayor estabilidad emocional.
Estos cambios han dado lugar a una nueva exigencia habitacional: el hogar también un espacio eficiente para el trabajo y el bienestar. Así nace el concepto de “hogares híbridos”, inmuebles que integran zonas de trabajo, conectividad de calidad, diseño ergonómico y espacios de socialización. El modelo Flex Living responde directamente a esta tendencia, proponiendo soluciones habitacionales que acompañan la transformación del estilo de vida profesional y personal.
Sostenibilidad y eficiencia: razones clave del cambio
El teletrabajo no solo ha transformado la forma en la que trabajamos y vivimos, sino que también se ha convertido en una herramienta aliada de la sostenibilidad. Al reducir la necesidad de desplazamientos diarios y minimizar el consumo energético asociado a oficinas físicas, el trabajo remoto contribuye significativamente a la reducción de emisiones contaminantes y al equilibrio ambiental. Esta nueva realidad está cada vez más alineada con las exigencias de regulaciones europeas, políticas ESG (Environmental, Social and Governance) y los criterios que guían las decisiones de inversores responsables.
Teletrabajo como aliado ecológico
En el primer cuatrimestre de 2020, el confinamiento mundial permitió evitar la emisión de mil millones de toneladas de CO₂. La importancia y consciencia de la sociedad para con el medioambiente es y debe ser cada vez mayor. Al transformar el transporte, ya que el vehículo privado y los desplazamientos diarios al centro de trabajo por este medio son uno de los principales causantes de la contaminación del aire, se contribuye de forma considerable a reducir las emisiones.
Un análisis de Greenpeace señala que, implantando un día de teletrabajo por semana, lógicamente en los casos que esto es posible (un tercio de los empleos), se conseguiría reducir la emisión de CO₂ en 406 toneladas diarias en Madrid y 612 toneladas en Barcelona. Si fuesen dos días, las cifras se duplican, siendo 799 toneladas para la capital y 1153 para la ciudad condal.
Kategora, por ejemplo, promueve complejos con certificados Green como Kora Green City, en Vitoria-Gasteiz, o Kora Lluna, ubicado en Valencia. El primero es un complejo hotelero que sigue la línea ‘Flex’ de la compañía vasca y está gestionado por su operadora Kora Living, cuenta con certificación Passivhaus y utiliza energías renovables como la aerotermia, geotermia y energía solar, la cual se obtiene a través de los 140 m² de paneles fotovoltaicos instalados en su cubierta. De esta manera, Kora Green City logra que el 97% de su energía sea limpia. Además, ha conseguido reducir su consumo energético en un 76% y ha evitado la emisión de 164 toneladas de CO₂ a la atmósfera.
Por su parte, Kora Luna, que también sigue nuestra línea ‘Flex’, está ubicado en el barrio del Cabanyal y ha obtenido este reconocimiento bajo la calificación “Muy Bueno” gracias a su enfoque innovador y respetuoso con el entorno, consolidándose como un modelo de sostenibilidad urbana. El proceso de certificación BREEAM® «Muy Bueno» comenzó en las primeras etapas del proyecto como un complemento a los objetivos establecidos. «Desde el inicio, el proyecto ha contado con estrategias para reducir el impacto ambiental mediante el uso de materiales certificados y técnicas de diseño pasivo», comenta Lourdes Soriano, Technical Director de Levante.
Activos inmobiliarios flexibles para nómadas digitales
La aparición del nómada digital como figura profesional ha dinamizado el mercado inmobiliario español en los últimos años. Ciudades de tamaño medio y regiones con buena conectividad digital, oferta cultural y entorno natural se han convertido en polos de atracción para este tipo de perfil. Esto ha impulsado a promotores y operadores a desarrollar nuevas tipologías de producto, como complejos residenciales con servicios hoteleros, contratos flexibles y espacios comunes pensados para el trabajo y la socialización. El Flex Living se erige así en respuesta directa a una necesidad global: ofrecer viviendas adaptadas a un estilo de vida itinerante, conectado y exigente, que además genere rentabilidad sostenida para el inversor.
¿Qué buscan los nómadas digitales en un inmueble?
Los nómadas digitales son profesionales que combinan el trabajo en remoto con una vida en constante movimiento. Su perfil, predominantemente joven y cosmopolita, busca experiencias que integren desarrollo profesional, bienestar personal y conexión con comunidades internacionales. Esta flexibilidad se traduce en una alta rotación geográfica, por lo que valoran especialmente entornos que les permitan instalarse de forma inmediata, sin trámites complejos ni compromisos a largo plazo.
A la hora de elegir un alojamiento, sus prioridades se enfocan en criterios que van más allá de lo estético. Buscan eficiencia, conectividad y oportunidades de socialización, por lo que demandan espacios híbridos que faciliten tanto la productividad como la integración en el entorno.
Algunos de los requisitos más valorados por este perfil son:
- Conexión a internet de alta velocidad
- Espacios de coworking o zonas comunes para trabajar
- Comunidad internacional y oportunidades de networking
- Estilo de vida activo: proximidad a espacios naturales, centros deportivos y actividades de ocio
- Buen clima y entorno cultural inspirador
- Alojamiento flexible, sin contratos rígidos ni avales extensos
El modelo Flex Living responde perfectamente a estas expectativas: inmuebles listos para entrar a vivir, totalmente amueblados, con servicios incluidos (limpieza, lavandería, mantenimiento), ubicaciones estratégicas y una operativa digitalizada que permite al usuario reservar, registrarse y gestionar su estancia con agilidad y sin fricciones. Esta adaptabilidad, unida a la sostenibilidad del modelo, convierte al Flex Living en la elección ideal para quienes buscan libertad de movimiento sin renunciar a la calidad y al confort.
Flex Living: la respuesta inmobiliaria al nuevo estilo de vida del teletrabajo
El modelo Flex Living surge como una solución habitacional específicamente diseñada para responder a las nuevas demandas del profesional remoto. Su esencia combina la flexibilidad del alquiler temporal con la comodidad de los servicios integrados, creando espacios que se adaptan a un estilo de vida móvil, digital y conectado. Estos activos cumplen una función residencial y buscan promover la productividad, el bienestar y la conexión social.
Desde la perspectiva inversora, el Flex Living representa una oportunidad inmobiliaria emergente con gran proyección de crecimiento. La combinación de alta ocupación, rotación controlada y servicios de valor añadido permite optimizar la rentabilidad operativa. Además, se trata de un producto alineado con las tendencias de sostenibilidad, eficiencia energética y criterios ESG, aspectos cada vez más valorados por los fondos institucionales y los inversores conscientes. Su carácter híbrido le otorga una ventaja competitiva frente a modelos más rígidos como el alquiler tradicional o el alojamiento turístico convencional.
Dónde invertir en flex living en España
España se ha consolidado como uno de los mercados más prometedores para el desarrollo del modelo Flex Living, gracias a su clima privilegiado, calidad de vida, conectividad digital y consolidación del teletrabajo como forma habitual de trabajo. Basándonos en informes recientes de Idealista, The Simple Rent y Reental, te contamos cuáles son las ciudades más destacadas para invertir en activos Flex Living:
- Málaga: ciudad en plena expansión, con creciente proyección internacional como destino para profesionales digitales. Excelente conectividad, entorno natural privilegiado y alta demanda de alojamientos temporales.
- Valencia: en plena expansión y con fuerte atractivo internacional, destaca por su clima, oferta cultural y conectividad. Esta ciudad cuenta con zonas en expansión como el Cabanyal-Canyamelar.
- Madrid: Centro económico del país y polo de atracción para talento internacional. Su creciente demanda de alojamientos flexibles para profesionales nacionales e internacionales la posiciona como uno de los mercados con mayor potencial.
- Barcelona: Hub de innovación y cultura. Su carácter cosmopolita y su red de infraestructuras hacen de esta ciudad un imán para el teletrabajo y la inversión inmobiliaria con visión de futuro.
- Pamplona: enclave estratégico con alto nivel de servicios, entorno cultural dinámico y cercanía al sur de Francia. Perfecta para profesionales temporales en sectores universitarios o sanitarios.
- Islas Canarias: destinos de referencia para nómadas digitales de todo el mundo, Destaca por su excelente clima todo el año y entornos naturales privilegiados.
El auge del teletrabajo ha abierto un nuevo horizonte de oportunidades tanto para los trabajadores como para los inversores inmobiliarios. Para los primeros, supone mayor libertad, conciliación y calidad de vida; para los segundos, una demanda creciente de espacios adaptables, rentables y sostenibles.
En este contexto, el modelo Flex Living se consolida como una respuesta eficaz y visionaria. No solo se adapta a las nuevas formas de vivir y trabajar, sino que anticipa las tendencias del mercado. Invertir en este tipo de activos es apostar por un futuro donde la flexibilidad, la sostenibilidad y la rentabilidad van de la mano.
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