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La eficiencia energética se ha convertido en un criterio clave para inversores, promotores y usuarios. Descubre cómo y por qué los activos inmobiliarios sostenibles se han convertido en un factor decisivo para el éxito de un proyecto

En los últimos años, Europa ha experimentado una fuerte volatilidad en los precios de la energía, evidenciando la vulnerabilidad del modelo energético tradicional. Esta situación ha impactado directamente en la economía de los hogares y en la competitividad de muchos sectores, acentuando la necesidad de acelerar la transición hacia fuentes más limpias, seguras y eficientes. En este contexto, la eficiencia energética y la autosuficiencia cobran cada vez más relevancia, especialmente cuando las temperaturas extremas —ya sea en invierno o verano— incrementan la demanda energética de forma significativa. ⁣⁣

Según datos de la Unión Europea (UE), los edificios, claves para alcanzar los objetivos energéticos y medioambientales, son responsables del 40% del consumo de la energía primar y de un 35% de las emisiones de CO2. ⁣⁣

Con un sector de la construcción en fase de expansión —en el que se calcula que un cuarto del parque edificatorio de 2050 aún está por construir—, la UE considera prioritario reducir el consumo energético tanto en edificios nuevos como existentes. Esta necesidad se enmarca dentro del Pacto Verde Europeo y de los objetivos climáticos y energéticos para 2030, que buscan reducir al menos un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a los niveles de 1990. Actualmente, el 75% de los edificios existentes son ineficientes desde el punto de vista energético y requieren una renovación profunda para avanzar hacia ciudades climáticamente neutras, menos dependientes de fuentes externas y más resilientes.

Ventajas de contar con certificaciones de sostenibilidad ⁣⁣

Contar con certificaciones como BREEAM, LEED o Passivhaus supone una apuesta estratégica que genera valor económico y reputacional para promotores, inversores y usuarios. Estas acreditaciones, reconocidas internacionalmente, avalan el compromiso de una compañía con la sostenibilidad y la eficiencia, y se traducen en ventajas concretas: ⁣⁣

  • Mejora del posicionamiento del inmueble en el mercado, al destacar frente a otros activos y atraer a un perfil de inversores y usuarios cada vez más exigente y alineado con criterios ESG. ⁣⁣
  • Reducción del consumo energético, lo que implica un menor impacto ambiental y una optimización de los costes operativos a medio y largo plazo. ⁣⁣
  • Cumplimiento normativo y anticipación regulatoria, clave en un contexto legislativo cada vez más estricto en materia de eficiencia energética y descarbonización. ⁣⁣
  • Diferenciación de la competencia, especialmente en un mercado en transformación donde la sostenibilidad ya no es un valor añadido, sino una condición imprescindible. ⁣⁣
  • Revalorización del activo gracias a su mayor eficiencia y resiliencia al contar con una infraestructura más preparada para afrontar cambios regulatorios, económicos y ambientales. ⁣⁣
  • Mejora del confort y el bienestar de los usuarios, gracias a contar con estándares más elevados en calidad del aire, iluminación natural, aislamiento térmico y acústico. ⁣⁣
  • Fortalecimiento de la reputación corporativa y del compromiso ambiental, reforzando la imagen ante inversores, operadores y clientes finales.

Certificaciones de sostenibilidad para edificios: ¿cuáles son los más importantes?

⁣⁣Existen certificaciones de gran prestigio a nivel internacional, tanto privadas como públicas, que analizan la eficiencia energética, la sostenibilidad constructiva y la huella de carbono. Los más conocidos son: ⁣⁣

Certificación energética BREEAM

⁣⁣La británica BREEAM® o “Building Research Establishment Environmental Assessment Method”, fue desarrollada por la Building Research Establishment (BRE) en los años 90 y también evalúa aspectos no solo de eficiencia energética sino aspectos de sostenibilidad y salud. ⁣⁣

Busca garantizar la eficiencia, ahorrar en gastos de mantenimiento y funcionamiento, y aumentar la satisfacción y bienestar de los usuarios. Posee 5 niveles:

  • ⁣⁣Correcto
  • ⁣⁣Bueno ⁣⁣
  • Muy bueno ⁣⁣
  • Excelente ⁣⁣
  • Excepcional

Certificación energética LEED ⁣⁣

La estadounidense LEED, “Leadership in Energy and Environmental Design” se creó en 1993 como herramienta de promoción de construcciones eco amigables. Sobre una puntuación máxima de 100, los técnicos LEED puntúan aspectos como: ubicación y transporte, eficiencia de agua, energía y atmósfera, materiales, recursos y calidad del aire. ⁣⁣Su objetivo es mejorar la eficiencia en ahorro de energía, la eficiencia en agua y la gestión y conservación de recursos, así como reducir los residuos y las emisiones de CO2. Posee 4 niveles: ⁣⁣

  • Certificado
  • ⁣⁣Plata
  • ⁣⁣Oro
  • ⁣⁣Platino

Certificación Passivhaus ⁣⁣

La alemana Passivhaus, tiene su origen el Instituto Passivhaus en Darmstadt (Alemania), quien la desarrolló en los años 90 y su aplicación se extendió con éxito internacionalmente. Se trata de una certificación energética de carácter voluntario ideada para edificios de obra nueva y rehabilitación, aplicable a cualquier clima. ⁣⁣

El concepto de Passivihaus es básicamente la preocupación por la demanda de energía del edificio durante su vida útil, los principios que considera son los siguientes:

⁣⁣1. Estupendo aislamiento térmico. ⁣⁣

2. Eliminación de puentes térmicos. ⁣⁣

3. Carpintería de altas prestaciones. ⁣⁣

4. Estanqueidad del aire. ⁣⁣

5. Ventilación mecánica con recuperación de calor. ⁣⁣

Certificación VERDE

⁣⁣Desarrollada por el Green Building Council España (GBCe), la certificación VERDE evalúa la sostenibilidad de los edificios en base a su impacto ambiental a lo largo de todo su ciclo de vida: desde la fase de diseño y construcción, hasta su uso, mantenimiento y posible demolición. ⁣⁣

Permite cuantificar el ahorro energético y ambiental del inmueble en aspectos clave como el consumo de agua, la eficiencia energética, la calidad del ambiente interior, la salud y el confort de los usuarios, así como las emisiones de CO₂ generadas. Además, VERDE está alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y con los estándares europeos para edificios sostenibles.

Certificación WELL

La certificación WELL, desarrollada por el International WELL Building Institute (IWBI), es el primer estándar centrado exclusivamente en la salud y el bienestar de las personas que habitan o trabajan en un edificio. A través de un sistema de puntuación basado en evidencias científicas, evalúa aspectos como la calidad del aire, el acceso a luz natural, la calidad del agua, el confort térmico y acústico, la nutrición, la actividad física, el estado emocional y la conectividad social.

Certificación DGNB

⁣⁣Busca ayudar a las organizaciones a mejorar aspectos tangibles de la sostenibilidad. Posee 4 niveles:

  • ⁣⁣Bronce
  • ⁣⁣Plata
  • ⁣⁣Oro
  • ⁣⁣Platino ⁣⁣

Certificación HQE ⁣⁣

El objetivo de los certificados HQE es garantizar que se reconozca la naturaleza de alta calidad de un proyecto sostenible de forma objetiva internacionalmente.

¿Cómo interpretar la calificación energética de un edificio? ⁣⁣

Desde 2008, toda nueva edificación en España debe contar, como mínimo, con una calificación energética de nivel “C”. Sin embargo, los edificios que incorporan certificaciones de sostenibilidad reconocidas internacionalmente —como BREEAM®, LEED o Passivhaus— logran superar con creces este umbral, alcanzando niveles de eficiencia significativamente superiores. ⁣⁣

Un ejemplo concreto es Kora Green City, nuestro complejo flex living ubicado en Vitoria-Gasteiz, que ha sido certificado con el estándar Passivhaus y cuenta con calificación energética “A”. Además, está respaldado por la Garantía de Origen (GdO), lo que garantiza su consumo procede de fuentes 100% renovables. Gracias al diseño pasivo y al uso de tecnologías de alta eficiencia, Kora Green City ha conseguido reducir en un 76% el consumo energético del edificio, evitando la emisión de 164 toneladas de CO₂ al año, lo que equivale a unos 1050 árboles plantados cada temporada. Por su parte, Kora Pamplona dispondrá de 80 paneles solares, cada uno con una potencia pico de 540Wp, que proporcionarán una producción anual de 56.160kWh, lo que permitirá que la demanda energética se reduzca, como mínimo, en un 50%. ⁣⁣

Según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la mayor parte del consumo doméstico proviene de los electrodomésticos, que suponen un 55,2% del total, seguidos por la iluminación (11,2%), la cocina (9,2%), el aire acondicionado (7,5%) y la calefacción (7,4%). Entre los electrodomésticos, el frigorífico destaca como el más demandante energéticamente, con un 30,6% del consumo total, seguido por la televisión (12,2%), la lavadora (11,8%), el horno (8,3%), los ordenadores (7,4%), el congelador (6,1%) y el lavavajillas (6,1%). ⁣⁣

Frente a este escenario, la etiqueta de eficiencia energética se ha consolidado durante los últimos 25 años como una herramienta clave para ayudar a los consumidores a elegir productos más eficientes y sostenibles. Ha impulsado, además, la innovación en el diseño de electrodomésticos con menor impacto energético. Un frigorífico con clasificación A, por ejemplo, puede consumir hasta un 80% menos que uno con etiqueta D. ⁣⁣

En marzo de 2021, el sistema de etiquetado fue actualizado para simplificar su lectura y adaptarse al avance tecnológico. Se eliminaron los signos «+» (A+, A++, A+++) y se volvió a una escala más clara que va de la A (verde), para los productos más eficientes, a la G (rojo), para los de menor eficiencia. Esta nueva clasificación se basa en el Índice de Eficiencia Energética (EEI), que tiene en cuenta el consumo anual de energía y el rendimiento en cada programa o uso del aparato.

¿Cómo leer e interpretar la nueva etiqueta energética?

⁣⁣Con la entrada en vigor de la nueva normativa europea, no solo se ha simplificado el diseño de la etiqueta, también se ha actualizado el método de cálculo de la eficiencia. Por ello, no existe una equivalencia directa entre las antiguas etiquetas (con signos “+”) y las nuevas. Un mismo electrodoméstico puede mostrar ahora un consumo energético distinto al de versiones anteriores, sin que haya cambiado el modelo en sí. ⁣⁣

Te explicamos cuáles son los principales elementos de la etiqueta actual: ⁣⁣

  • Clases energética: La nueva escala incluye siete niveles, desde la A (verde oscuro, más eficiente) hasta la G (rojo, menos eficiente). La clase energética del producto se muestra en un recuadro resaltado, indicando a qué categoría pertenece en función de su rendimiento. ⁣⁣
  • Límites más exigentes: Las exigencias para acceder a cada clase se han endurecido significativamente. Muchos productos que antes figuraban como A++ o A+++ ahora pueden aparecer en clases inferiores. ⁣⁣
  • Consumo anual de energía: Se indica el consumo energético ponderado, expresado en kWh por cada 100 ciclos de uso. En el caso de las lavadoras, por ejemplo, el cálculo se basa en el programa “Eco 40-60”, ofreciendo una estimación realista del uso habitual del electrodoméstico. ⁣⁣
  • Pictogramas: La etiqueta incorpora una serie de iconos que resumen las características más relevantes del producto. En el caso de las lavadoras, se incluyen: ⁣⁣
    • Capacidad de carga (en kg) ⁣⁣
    • Duración del ciclo Eco 40-60 (en minutos) ⁣⁣
    • Consumo de agua por ciclo (en litros) ⁣⁣
    • Clase de eficiencia de centrifugado (de A a G) ⁣⁣
    • Nivel de ruido del centrifugado (dB(A)) ⁣⁣
    • Clase de emisión acústica (de A a D) ⁣⁣

Como novedad, se incorpora un código QR, que permite al consumidor escanearlo con su dispositivo móvil para acceder directamente a la ficha técnica oficial del modelo en la base de datos europea EPREL (European Product Database for Energy Labelling). ⁣⁣

La importancia de interpretar correctamente el certificado energético ⁣⁣

Entender el certificado energético de una vivienda va más allá de una simple letra en una etiqueta: permite estimar cuánto te va a costar mantener el inmueble en términos de consumo energético y, por tanto, cuánto puedes ahorrar —o perder— cada mes.

⁣⁣Por ejemplo, una vivienda con una baja calificación energética (clase E, F o G) puede tener un alto consumo de calefacción o refrigeración. En estos casos, la factura energética puede llegar a duplicarse respecto a una vivienda con certificación A. Esto no solo supone un mayor gasto económico, sino también mayor impacto ambiental.

⁣⁣En cambio, una vivienda con calificación energética A o B está diseñada para optimizar el consumo, aprovechar mejor la luz natural, mantener una temperatura interior confortable con menos recursos y reducir las pérdidas térmicas. En la práctica, esto puede traducirse en cientos de euros de ahorro anual en la factura energética, además de un mayor confort para quienes la habitan. ⁣⁣

Por lo que interpretar bien la certificación energética te permite tomar decisiones informadas, comparar inmuebles con criterio y, sobre todo, controlar el gasto asociado a su uso diario.

El reto del futuro, edificios y hogares positivos ⁣⁣

Más allá de los electrodomésticos eficientes con clasificación “verde” o certificaciones sostenibles, el verdadero cambio pasa por repensar el edificio en su totalidad. Hoy hablamos de hogares positivos: edificios de balance energético positivo, capaces de producir más energía de la que consumen. Es parte de una tendencia a la generación de energía como elemento normal del ecosistema doméstico. ⁣⁣

Kategora Real Estate defiende que es posible generar un impacto positivo en el planeta sin comprometer la rentabilidad. Esta visión ya se ha materializado en proyectos como Kora Green City o Kora Nivaria Beach, donde la arquitectura sostenible, el diseño pasivo, el uso de materiales de bajo impacto, la incorporación de paneles fotovoltaicos, la producción geotérmica o los sistemas de recuperación de aire de altas prestaciones (aerotermia) les permiten desarrollar edificios de altísima eficiencia energética, pero también resilientes, perdurables y responsables. ⁣⁣

El reto es construir pensando no solo en el presente, sino en todo el ciclo de vida del inmueble. Por eso, Kategora Real Estate aplica principios de economía circular en el diseño arquitectónico, priorizando soluciones que faciliten una gestión eficiente y reduzcan la huella ambiental global.

⁣⁣Frente a un modelo lineal de consumir y desechar, la inteligencia energética aplicada desde todos los ángulos cierra el círculo de la sostenibilidad hacia la economía circular. Y los hogares positivos —autónomos, conectados, saludables— son el futuro inmediato, no una utopía lejana.