En el tercer episodio de Kategora Talks, volvemos a poner el foco en uno de los pilares de nuestro propósito: la sostenibilidad abordada desde su aplicación más técnica. En esta ocasión, Eneko Balda, Chief Development Officer de Kategora, se sienta con Adelina Uriarte, arquitecta en Arkitecnicas y experta en el desarrollo y gestión de proyectos vinculados al estándar Passivhaus.
Ambos repasan el caso de éxito de Kora Green City, nuestro complejo hotelero ubicado en Vitoria-Gasteiz, que cuenta con la certificación Passivhaus y que ha reultado ser uno de los edificios más eficientes del mundo. El resultado habla por sí solo. Kora Green City ha logrado reducir su consumo energético en un 76 %, evitar la emisión de 164 toneladas de CO₂ y funcionar con un 100 % de energía limpia.
Una conversación que pone sobre la mesa las decisiones que se tomaron, aprendizajes compartidos y una manera muy concreta de entender la sostenibilidad: la que se diseña, se ejecuta y se mide.
El reto: adaptar lo ya diseñado al estándar Passivhaus
Kora Green City no nació Passivhaus. Cuando Adelina se cruzó por casualidad con la noticia del nuevo complejo que Kategora iba a desarrollar en la capital alavesa, no lo dudó. Escribió un correo proponiendo reconvertir el proyecto al estándar de mayor exigencia energética de Europa. La respuesta fue inmediata. «Nos citaron en Bilbao, les gustó la propuesta… y ahí empezó todo», recuerda.
El reto no era menor. Kora Green City ya estaba proyectado conforme al Código Técnico de la Edificación, con materiales y sistemas definidos. Adaptarlo al estándar Passivhaus implicaba intervenir sobre el diseño sin afectar plazos ni costes: reforzar aislamientos, rediseñar la ventilación, garantizar la hermeticidad, revisar carpinterías… Todo ello sin perder la esencia ni comprometer la viabilidad económica del proyecto. «Uno de los grandes aprendizajes fue que el diseño fino, el montaje fino y el equilibrado fino son clave. No basta con tener buena tecnología: hay que saber usarla», destaca Uriarte.
Balda subraya que el esfuerzo realizado en fase de diseño ha tenido un retorno claro. No solo en términos de consumo energético, sino también en rendimiento operativo: Kora Green City registra una ocupación media del 95 % en lo que llevamos de 2025, apoyada en una gestión diaria eficiente del edificio y en una experiencia de estancia diferencial.
Sostenibilidad que se mide, se siente y se refleja en los resultados
A lo largo del episodio surge una pregunta recurrente en el sector: ¿qué diferencia realmente al estándar Passivhaus de otras certificaciones sostenibles como LEED o BREEAM? «Puedes tener un sello LEED o BREEAM sin que tu edificio sea realmente eficiente energéticamente. Pero si no cumples con la exigencia de Passivhaus, no lo certificas», afirma Adelina. «Esa exigencia —que es muy alta— se nota: en el consumo, en el confort y hasta en la rentabilidad».
La clave del Passivhaus está en la reducción de la demanda energética desde el origen, no en compensarla a posteriori. Un enfoque que, además de reducir costes y emisiones, garantiza condiciones interiores estables y saludables. En Kora Green City, lo técnico se traduce también en lo sensorial. Gracias a la ventilación mecánica con recuperación de calor, la calidad del aire interior es constante, las temperaturas se mantienen estables y el aislamiento acústico es total. Un confort que no se anuncia, pero se percibe. Y ese confort es, precisamente, lo que más sorprende a quienes se alojan en el edificio. «No hay ruidos, no hay corrientes, no hay oscilaciones de temperatura. Simplemente estás bien», resume Uriarte.
En palabras de Balda, el verdadero desafío no fue únicamente construir bajo el estándar Passivhaus, sino mantener la coherencia en cada decisión: «Apostar por el estándar Passivhaus fue una decisión empresarial. Pero mantener esa exigencia en cada detalle fue una decisión de cultura de proyecto».
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